El ritmo de vida que llevamos puede atacar a nuestras defensas y hacer que no nos encontremos al 100%. Uno de los principales afectados suele ser el aparato digestivo, especialmente después de haber salido de nuestra rutina y haber hecho algún que otro exceso en fechas estivales. Así que, si estás pasando una etapa estresante, tomando antibióticos, o te has ido de vacaciones a algún destino exótico y tu estómago está un poco alterado, sigue leyendo…☺

En alguna ocasión os hemos hablado ya de la flora bacteriana, que son los microorganismos que se encuentran de forma natural en nuestra piel, aparato genitourinario y en el aparato digestivo.

En el post de hoy vamos a centrarnos en la flora gastrointestinal.

El cuerpo humano tiene 100 billones de microorganismos en el aparato digestivo, y se calcula que pesan aproximadamente un kilo. La mayor parte de estos microorganismos son bacterias, principalmente Lactobacillus y Bifidobacterium, que son consideradas “bacterias buenas”.

Las principales funciones que ejerce la presencia de la flora intestinal en nuestro organismo son:

• Protección frente a patógenos o bacterias nocivas que pueden causar infecciones
• Facilitar la digestión de los alimentos
• Mejorar la actividad enzimática de la mucosa intestinal
• Reforzar y estimular el sistema inmunitario
• Sintetizar vitaminas del grupo B y vitamina K, y ayudar a la absorción de magnesio, hierro y calcio

La cantidad y composición de la flora bacteriana varía en función del tramo del aparato digestivo y de las distintas etapas de la vida, y puede alterarse por muchos factores externos:

• Estrés
• Cambios hormonales
• Alimentación incorrecta o diferente a la habitual (viaje a otros países, ingesta excesiva de alcohol, café, comida rápida)
• Alergias e intolerancias alimentarias que cursan con transtornos digestivos
• Transtornos gastrointestinales agudos (diarrea del viajero, diarrea aguda) o crónicos (enfermedades inflamatorias del aparato digestivo)
• Uso de antibióticos: los antibióticos que más se consumen suelen ser de “amplio espectro”, eficaces frente a gran variedad de especies bacterianas y pueden destruir, además de las bacterias que estén causando una infección puntual, algunas de las bacterias de nuestra flora que actúan como defensas
• Uso excesivo de laxantes

Todo esta información está muy bien, pero desde el punto de vista práctico… ¿cómo podemos saber si nuestra flora intestinal está alterada?

Los principales síntomas de una flora intestinal alterada son:

• Diarrea
• Estreñimiento
• Hinchazón abdominal
• Gases

Si tienes alguno de estos síntomas, o recientemente has sufrido algún proceso infeccioso o has estado bajo condiciones de estrés o tratamiento antibiótico, reponer la flora intestinal puede ser una buena ayuda para encontrarte mejor.

Existen numerosos preparados destinados a reponer todos esos microorganismos protectores que podemos haber perdido. Sin duda, el que más nos gusta es Lactoflora, con presentaciones para adultos y para niños mayores de 6 meses. Viene en unos pequeños frascos monodosis, en los que basta enroscar el tapón hasta el fondo para tener todos los componentes activos; se agita, y listo para tomar directamente desde la botella.

La posología recomendada es de un frasco diario justo después de una comida principal. Hay que almacenarlo a temperatura inferior a 23º y no mezclarlo con ningún líquido caliente.

Vamos a contaros ahora, qué hace que Lactoflora sea uno de nuestros favoritos:

• La posología sencilla, sólo una vez al día, no necesita ser disuelto en ningún otro líquido.
• Su efectividad para mejorar los síntomas de disconfort del aparato digestivo, comprobada personalmente por nosotras y por muchos de nuestros pacientes, que nos habéis comentado lo bien que os ha funcionado.
• Es apto para diabéticos, para intolerantes a la lactosa y no contiene ni gluten, ni proteínas de la leche.
• Su composición:
  

Es un simbiótico: probiótico + prebiótico

· A diferencia de otros productos Lactoflora incluye en su fórmula prebióticos (fibra prebiótica: betaglucanos y arabinogalacto-oligosacáridos) que ayudan a que los probióticos puedan desarrollarse mejor y colonizar el intestino más rápidamente.

· Como probióticos (fermentos lácticos vivos) contiene una mezcla de 4 cepas: Bifidobacterium lactis Bl-04®, Lactobacillus acidophilus La-14®, Lactobacillus plantarum Lp-115® y Lactobacillus paracasei Lpc-37®, que en total suponen unas 50.000 UFC (unidades formadoras de colonias bacterianas).

· Aloe vera que ayuda a mejorar la función intestinal

· Vitaminas del grupo B: B3, B9, B5, B6, B1 y B12